

Hace 10 años, el 3 de junio de 2015 la manifestación colectiva “Ni Una Menos” visibilizó el grito tantas veces ahogado y, por qué no, silenciado, en defensa de la vida las mujeres. Frenar los femicidios que terminan con la vida de cientos de mujeres debe ser un compromiso de todos, sin distinciones, con compromiso y responsabilidad. La transformación de los valores sociales y culturales en defensa de la vida de las mujeres es urgente y prioritario, “Ni Una Menos” debe seguir replicándose sin pausa, hasta que cese la violencia.