
La aprobación en la Cámara de Diputados del Presupuesto 2026, impulsado por La Libertad Avanza, abrió un escenario insólito y complejo para el Gobierno Nacional. Si bien el proyecto logró obtener 132 votos a favor en general, fuentes del Ejecutivo aseguran que, tal como fue aprobado, “ya no les sirve” porque vulnera el objetivo de déficit cero que promulgan desde la Casa Rosada.
En la votación que se extendió hasta altas horas de la madrugada, todos los apartados del Presupuesto fueron aprobados salvo el Capítulo XI, considerado el más central. Este capítulo incluía la derogación de leyes clave para el Gobierno, como la de Emergencia en Discapacidad y la de Financiamiento Universitario, cuyo cumplimiento obligaría al Estado a gastos que dificultarían alcanzar el superávit primario previsto.
Desde el Ejecutivo advierten que la eliminación de este capítulo fuerza al Presidente a administrar un presupuesto sin superávit, una situación que califican como inaceptable. “Vulnera el déficit cero que justamente queríamos construir con este Presupuesto”, señalaron fuentes cercanas al Poder Ejecutivo.
La polémica aprobación se dio en plena madrugada. Foto: Cámara de Diputados de la Nación
Un debate entre política y economía
Para la Casa Rosada, el conflicto no es estrictamente técnico o reglamentario, sino político y económico: se enfrentan visiones de déficit versus superávit, y un pasado de obligaciones de gasto versus un nuevo esquema de responsabilidad fiscal.
Para los libertarios, las leyes vigentes generan compromisos que ponen en riesgo la meta de superávit, consolidando un presupuesto que no permite al Gobierno cumplir su mandato electoral.
Estrategias en danza
Frente a este escenario, el oficialismo estudia varias alternativas legislativas para las próximas semanas:
Demorar el envío al Senado a la espera del tratamiento del proyecto de Modernización Laboral, intentando negociar cambios en la redacción.
Modificar el proyecto y volver a incluir el Capítulo XI, lo que obligaría a que la Cámara de Diputados vuelva a tratarlo, aunque el Gobierno no cuenta con los números para aprobar su versión.
Vetar el propio presupuesto, una medida extrema pero que según ciertos despachos parece cada vez más probable, ya que los bloques opositores empujarían por la sanción tal como fue votada.
La iniciativa obtuvo 132 votos afirmativos, 97 negativos y 17 abstenciones, y fue girada al Senado para su tratamiento.
El costo de no aplicar las leyes
Desde el Ejecutivo destacan que solo la ley de Discapacidad representa 5 puntos del PIB, y recuerdan que, pese a fallos judiciales, no se han aplicado los fondos de estas leyes argumentando la falta de presupuesto asignado. La aprobación definitiva obligaría a cumplirlas, complicando aún más la estrategia fiscal del Gobierno.
El escenario es, por demás, insólito: un presupuesto aprobado por la mayoría en Diputados podría terminar vetado por el propio Ejecutivo, dejando a la política argentina frente a un debate sin precedentes entre objetivos económicos y presiones legislativas.
















