
Con resultados récord de Lundin Mining, el megaproyecto Vicuña, estimado en más de US$14.000 millones, se encamina a ser presentado al RIGI. Desde el sector resaltan que la previsibilidad económica y la decisión del Gobierno nacional de ordenar el marco regulatorio impulsan el mayor salto minero en décadas.
El proyecto Vicuña volvió a ocupar el centro de la escena tras la presentación del balance trimestral de Lundin Mining, que mostró ingresos superiores a los US$1.000 millones y una eficiencia operativa que superó las expectativas del mercado. Con un portafolio en expansión en Sudamérica y resultados récord en la mina Caserones, la canadiense confirmó que el desarrollo conjunto con BHP avanza en línea con lo previsto y que la Argentina se encuentra ante una oportunidad histórica para posicionarse como potencia cuprífera en la transición energética global. En este contexto, la administración nacional destaca que la estabilidad macro y el ordenamiento de reglas permiten que megainversiones como ésta se aceleren.
El impulso político al Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) aparece como pieza central para consolidar el desembarco definitivo de Vicuña. Tanto Lundin como BHP preparan la presentación del proyecto —evaluado en más de US$14.000 millones— a la espera de la definición ambiental entre Nación y provincias, un paso indispensable para activar el ciclo minero más grande de la historia reciente. Desde el sector aseguran que el Gobierno nacional logró destrabar discusiones regulatorias clave y generar un marco de previsibilidad que hoy diferencia a la Argentina en el mapa minero regional.
Con la incorporación de Ron Hochstein al mando de Vicuña Corp., la estructura ejecutiva se refuerza mientras crece el optimismo por parte de inversores internacionales. Las autoridades de la compañía remarcaron que el acompañamiento del Gobierno y la coordinación con San Juan permitirán desplegar todo el potencial de un complejo que podría generar exportaciones anuales multimillonarias. De concretarse en los plazos previstos, Vicuña no solo redefinirá el rol de la Argentina en el mercado global del cobre, sino que se transformará en una señal contundente de la capacidad del país para atraer y sostener inversiones estratégicas de largo plazo.
















