
Desde hace tiempo, el fuego, la arcilla y las manos iglesianas vienen tejiendo una historia común. Una historia que no se cuenta con palabras, sino con formas, con huellas, con el pulso paciente de quienes modelan la tierra con respeto y emoción.
Este fin de semana, en distintos puntos del departamento, volvimos a encontrarnos alrededor del barro. Volvimos a mirar cómo el arte se hace comunidad: alumnos, maestros y familias compartiendo aprendizajes, una comida sencilla, un mate o una charla bajo el cielo estrellado, donde el tiempo parece detenerse.
Cada taller deja su fruto —una pieza, un lazo, un saber recuperado— y con ellos crece también la red de quienes eligen transformar el territorio con las manos.
Así, paso a paso, la comunidad sigue modelando su propio destino.
Hoy, luego de 3 años, esa llama sigue viva: los talleres continúan reuniendo a la comunidad en torno al fuego, al aprendizaje y al deseo de hacer juntos.
Porque en Iglesia, la cerámica no solo guarda memoria: también moldea futuro.
Talleres de Cerámica Ancestral
Secretaría de Turismo, Cultura y Deporte
Municipalidad de Iglesia
















