
Pocito volvió a latir con fuerza propia. En un domingo electoral cargado de símbolos, el histórico bastión peronista del sur sanjuanino fue el escenario de una contundente victoria de Fuerza San Juan, que se impuso por 10 puntos de diferencia sobre el oficialismo provincial en las elecciones legislativas nacionales, donde San Juan renueva 3 bancas en la Cámara Alta. Desde las primeras horas del conteo, el dato fue claro: Pocito volvió a marcar el rumbo del peronismo en toda la provincia, confirmando su identidad política y su poder de movilización territorial. El intendente Fabian Aballay se convirtió en uno de los artífices de este resultado, coordinando desde su gestión local un despliegue que fortaleció la presencia de Fuerza San Juan en cada barrio y escuela del departamento.
El mensaje de las urnas fue inequívoco: a pesar de la fuerte presencia del orreguismo en campaña, de la maquinaria comunicacional y de la exposición de figuras del gabinete provincial, Fuerza San Juan se impuso con amplitud en los principales circuitos de Pocito. La diferencia de 10 puntos sobre el frente oficialista resonó con fuerza en toda la provincia, reposicionando al peronismo como alternativa sólida y mostrando que la mística militante pocitana sigue intacta.
Uno de los hechos más comentados de la jornada fue la derrota de la ministra de Gobierno, Laura Palma, quien, pese a haber desplegado una intensa campaña en su tierra natal, no logró imponerse ni siquiera en su propia mesa, la 1438 de la escuela Antonino Aberastain. El dato, comentado en los pasillos políticos, sintetiza la pérdida de conexión del orreguismo con las bases territoriales que alguna vez lo acompañaron.
El resultado en Pocito tuvo, además, un fuerte impacto simbólico, ya que consolidó la idea de que la identidad peronista no solo resiste, sino que renace desde los distintos escenarios provinciales, con dirigentes cercanos a la gente y con un proyecto que vuelve a hablar el lenguaje de las necesidades reales. Desde allí, desde los barrios y las escuelas, se reconstruye el mapa político que hoy coloca a Fuerza San Juan como la expresión más firme de la voluntad popular frente a los modelos de ajuste y de centralismo político, tanto a nivel provincial como nacional.
Mientras en gran parte del país el tablero electoral se inclinaba hacia opciones liberales o aliadas al oficialismo nacional, San Juan se convirtió en una de las siete provincias argentinas donde el peronismo logró imponerse. Y el epicentro de ese triunfo tuvo nombre y apellido: Pocito, el corazón de una provincia que volvió a latir en celeste y blanco, bajo la coordinación y liderazgo del intendente Fabian Aballay.
















