

El gobierno nacional, entidades empresarias y varias propuestas políticas postulan intensamente una propuesta de reforma laboral peyorativa de los derechos de los trabajadores.
Sin mayores precisiones se habla nuevamente de una reforma laboral donde se hace alusión a la problemática del trabajo informal, lo cual, según se dice, justificaría, o más aún, impondría, cambios en las reglas de juego.
Resulta llamativa esta formulación cuando hace poco más de un año se eliminaron las sanciones económicas que reprendían el trabajo no registrado, sin mejora alguna en los niveles de empleo.
Se propone un esquema de sistema dual, a través de una regulación “ de opción” para los trabajadores, de negociación de condiciones de trabajo, en forma directa, con el empleador.
Ningún sistema de relaciones laborales que tenga por objetivo la protección del trabajo -como lo exige nuestra Constitución Nacional- resulta compatible con el alentado sistema de libre negociación, pues podría llevar a abusos inaceptables hacia las personas que trabajan por necesidad de un salario, lo que las ubica en una posición negocial siempre débil.
En definitiva, se trata solo de una propuesta tan ambigua como impracticable, que solo se entiende propia del contexto electoral y no de la discusión seria de la grave problemática por la que se dice interesar.