

En una reunión cargada de simbolismo político y definiciones estratégicas, Javier Milei fue recibido por Donald Trump en la Casa Blanca tras el anuncio del Tesoro de Estados Unidos de una nueva asistencia económica para la Argentina. El encuentro, que se extendió por casi una hora, dejó en claro el alineamiento ideológico entre ambos líderes, pero también la advertencia de Trump: el respaldo de Washington dependerá del futuro electoral del presidente argentino
“Si pierde no seremos generosos con Argentina. Si no les va bien, no estaremos cerca en mucho tiempo. Si a Argentina le va bien quedamos bien nosotros, porque habremos ayudado a Argentina. El éxito de Argentina nos beneficia”, expresó el mandatario republicano, en una declaración que marcó el tono político de la jornada. Trump aseguró que su apoyo al gobierno argentino es total, aunque lo condicionó explícitamente a la victoria de Milei en los próximos comicios.
“Es una elección muy importante. Él ha hecho un gran trabajo. Han tenido muchos dolores, la victoria es muy importante. Cuando tienes que hacer una inversión, si alguien gana y tiene una filosofía distinta desde el punto de vista económico es difícil para las elecciones”, afirmó.
Acompañado por el secretario del Tesoro, Scott Bessent, Trump elogió las reformas impulsadas por el gobierno libertario y destacó que “después de 20 años de desastre en la Argentina, donde iba rumbo a ser Venezuela, ahora se abre una nueva etapa”. En ese sentido, dijo que quiere ayudar a Argentina y remarcó que una de las maneras de hacerlo es mediante el intercambio comercial, y agregó que recuperar el comercio bilateral “va a ser bueno también para nosotros”.
Consultado sobre una posible dolarización, Trump señaló que en su gestión están «contentos con la moneda actual de la Argentina», por lo que descartó que se avance en la medida.