

Un informe elaborado por la agencia Reuters asegura que los residentes de la ciudad minera de Tierra Amarilla, en el desierto chileno, tienen la esperanza de que un nuevo fallo judicial calme sus temores sobre un sumidero gigante que se abrió cerca de sus casas hace más de tres años.
Un tribunal ambiental chileno ordenó este mes a Minera Ojos del Salado, propiedad de la canadiense Lundin Mining, reparar los daños ambientales relacionados con la actividad en su mina de cobre Alcaparrosa, que se cree que provocó el socavón que apareció en 2022.
El fallo insta a la empresa a proteger el suministro de agua de la región y a rellenar el sumidero. El cráter cilíndrico medía originalmente 64 metros (210 pies) de profundidad y 32 metros (105 pies) de ancho en la superficie.
Esto ha proporcionado un pequeño alivio a los habitantes de la árida Tierra Amarilla, en la región central de Atacama, Chile, que temen que, sin remediación, el enorme agujero podría tragarse más tierra.
“Desde que ocurrió el socavón… hemos vivido con miedo”, dijo Rudy Alfaro, cuya casa está a 800 metros del lugar. También hay un centro de salud y una escuela preescolar cerca, añadió.
“Teníamos miedo de que se hiciera más grande, que se expandiera, que se desplazara hacia las casas”.
El sumidero expulsó nubes de polvo durante un terremoto reciente, lo que provocó más ansiedad, dijo.
El tribunal confirmó el cierre de la pequeña mina Alcaparrosa ordenado por el regulador ambiental de Chile en enero y confirmó el daño “irreversible” a un acuífero, que drenó agua hacia la mina y debilitó la roca circundante.
“Esto es perjudicial para una zona que ya está estresada hidrológicamente”, dijo Rodrigo Saez, director regional de agua.
Lundin dijo que trabajará con las autoridades para implementar medidas de remediación.