

Ubicado en Iglesia y descubierto científicamente a finales de la década de 1980, el Sistema de la Caverna La Cañada no deja de asombrar a los expertos. En los últimos años, un grupo de espeleólogos recorrió sus profundidades en cuatro oportunidades y comprobó que su formación de arcilla posee rasgos únicos en el mundo. Por este hallazgo, obtuvieron un prestigioso reconocimiento internacional. En el marco de esa hazaña, difundieron los secretos de la increíble cueva sanjuanina.
“Estamos muy felices porque Iglesia vuelve a estar bajo la mirada del mundo gracias al reconocimiento internacional que recibió la investigación sobre la Cueva de La Cañada. El estudio fue distinguido con el Premio al Mejor Descubrimiento/Exploración en el Congreso Internacional de Espeleología UIS 2025, realizado en Belo Horizonte, Brasil”, celebró en diálogo con Tiempo de San Juan Fany Pernas, secretaria de Turismo, Cultura y Deporte de la Municipalidad.
De ese modo, la funcionaria se refirió al resultado de la exploración sobre la caverna sanjuanina, liderada por el Centro de Montaña Tandil (CMT) desde 2004, bajo la coordinación de Dino Mendy, junto a Laura Garnica en logística y Heder Rocha en topografía, con la participación de investigadores de Argentina, Brasil, Chile y Uruguay.
«Por su profundidad, fragilidad y complejidad técnica, el sistema cavernario no está habilitado para visitas turísticas. Su uso público está sujeto a la elaboración e implementación de un plan de manejo específico, que garantice condiciones de seguridad, conservación y accesibilidad regulada», indicaron desde el municipio.
Pero, ¿qué es lo que hace especial a esta caverna? Según resaltó el grupo de especialistas en su informe, el Sistema de La Cañada, está conformado por distintas cuevas y cavernas formadas en rocas sedimentarias de arcilla, clasificadas como pseudokarst. Es decir, a diferencia de las formaciones tradicionales, generadas por disolución química, este relieve se forma por la erosión mecánica del agua, que crea depresiones y túneles.
Se trata de un fenómeno sumamente particular: en el mundo hay pocos ejemplos de cuevas desarrolladas sobre terrenos áridos y erosionados hídricamente, con profundos canales de drenaje (badlands). Los casos más conocidos se encuentran en Estados Unidos, España e Israel, en la zona del Mar Muerto. Sumado a eso, la Caverna de la Liebre, parte del sistema sanjuanino, es la más extensa de todas, con 2.005,13 metros de desarrollo y un desnivel de -112 metros.
Al mismo tiempo, a nivel global, este sector de Iglesia presenta la mayor densidad y desarrollo de cavidades de arcilla (piping) registradas hasta el momento. En una sola zona, los espeleólogos identificaron 22 cavidades, la mayor concentración conocida de este tipo.
El relato, desde adentro
Tras haber recibido el premio internacional, el espeleólogo que dirigió las cuatro expediciones importantes que se desarrollaron en el interior del sistema de cavernas iglesiano, Dino Mendi, ofreció una entrevista en el medio tandilense El Eco en el que explicó la tarea y expresó su asombro por la magnitud del hallazgo.
“La espeleología es el estudio de las cavidades o espacios subterráneos, sean naturales o artificiales. Nosotros exploramos y documentamos cuevas en Argentina y en el extranjero. Llevamos al Congreso Internacional de Espeleología el trabajo que realizamos en los últimos cinco años en el Sistema Cavernario La Cañada, integrado por cuevas muy específicas y únicas a nivel mundial. Su génesis es tan rara que el estudio nos permitió acceder al premio más importante del certamen”, contó.
El equipo estuvo formado por más de 40 espeleólogos de cuatro países y realizó cuatro expediciones. Mendy describió el lugar: “Es como un cerro que, en la cima, tiene su surgencia: pozos por donde ingresa el agua y que forman cascadas interiores, similares a aludes, que erosionan y crean túneles techados. Allí hay cascadas con desniveles de hasta 112 metros”.
En paralelo, destacó que, “en esa zona trabajamos con equipamiento como estacas y cuerdas, para hacer el descenso por esas cuevas que son secas, muy polvorientas, porque en ellas sólo hay agua cuando llueve, lo que normalmente sucede una vez al año. Ese agua va generando la erosión que es muy rápida, geológicamente hablando, debido a que por su friabilidad, el terreno se desgrana rápido. Es como una pila de tierra y arcilla sedimentaria que forma el cañón. Generalmente ingresamos por la surgencia, que se mantiene como un cauce seco del arroyo y ahí vamos progresando. La cueva principal tiene 2.500 metros de desarrollo y, cuando hay agua, termina en un arroyo a nivel del suelo”.
La historia del descubrimiento único en el mundo
Las cuevas de La Cañada fueron dadas a conocer en 1987, luego de una expedición franco-argentina “Nancy-Córdoba 87”, que despertó el interés de la comunidad espeleológica. Teniendo en cuenta ese trabajo y una expedición desarrollada en 2004, los especialistas del grupo Espeleología del Centro de Montaña Tandil regresaron a San Juan recién en 2019, para ingresar a la caverna y descubrir las principales y sorprendentes características del espacio.
En esa campaña se recorrieron las tres cavernas principales y se descubrieron nuevos espacios, como la Caverna de los Vascos (con un desnivel de -61 metros). En total, identificaron 13 cavidades.
En 2021, una segunda expedición alcanzó un descenso de -74 metros y completó el relevamiento, contabilizando 22 cavidades y elaborando un mapeo y topografía precisos.
Sorprendidos por la formación, en 2023 se realizó una nueva de carácter internacional, contando con la participación de especialistas de Argentina, Chile, Brasil y Uruguay. El principal objetivo de la expedición fue recorrer y topografíar específicamente la Caverna de la Liebre, desde la entrada superior hasta la entrada inferior. Todo el recorrido demandó 3 días de intenso trabajo. El resultado confirmó que se trata de la caverna de arcilla más grande del mundo.