

Por Lucas Laciar/Acero y Roca | Magazine Minero
Este jueves, en una mesa de trabajo convocada por la propia minera, darán a conocer sus inquietudes y reclamos. Hay mucha expectativa por el mega proyecto minero de cobre que será uno de los más grandes a nivel mundial, pero los proveedores no se quieren seguir quedando a fuera. ¿Reaccionará Vicuña y les dará más participación a las comunidades locales?
Contexto
En el norte sanjuanino, donde la cordillera de los Andes deja sentir su peso y su promesa, los departamentos de Jáchal e Iglesia se preparan para una jornada que podría marcar un punto de inflexión.
Este jueves se celebra una nueva mesa de trabajo entre Minera Vicuña y los proveedores de ambas localidades. La expectativa es alta, pero la desconfianza también.
Los antecedentes no son alentadores. Las últimas licitaciones otorgadas por Vicuña han sido cuestionadas porque fueron ganadas por empresas de afuera priorizando en los hechos a empresas de otras provincias como San Luis y Buenos Aires, en contradicción con los discursos de “desarrollo local”.
Lo que a muchos empresarios molesta es que el derrame hacia las empresas de afuera ya se está dando, pero el vaso de San Juan todavía no se llena, es más está casi vacío en algunos rubros.
Muchos empresarios locales temen quedarse afuera del boom minero, más cuando necesitan una reactivación económica por la crisis que atraviesa el país.
Pero pocos o casi nadie quiere romper el off y levantar la mano por temor a perder la gran oportunidad de prestarle un servicio a una operadora y con ellos perder un negocio rentable a futuro.
Cordialidad y expectativas de las cámaras locales
“Lo que nosotros vemos con el tema de Vicuña es que son todos buenos augurios, todas buenas noticias, pero todavía no se ven plasmadas en llamados a licitaciones para cubrir algún servicio”, advierte Gastón Aballay, presidente de la Cámara de Proveedores de Servicios Mineros de Jáchal (CAPSEMIJA).
En diálogo con ACERO Y ROCA, Aballay fue claro: “No hay empresas de Jáchal que hayan participado en esas licitaciones. No nos han convocado, no nos han consultado”.
Si bien no lo dijo como una queja, recalcó que todavía no hay un trabajo en conjunto con la empresa en cuando a contrataciones de prestaciones de viene y servicios.
En cuánto a si los empresarios jachalleros deberían tener algún tipo de preferencia por su ubicación geográfica, afirma que “somos zona de influencia directa, como marca la DIA, entonces merecemos participar”.
Si bien aclaró que estarían en un segundo anillo destacó que el agua que usará el proyecto es la que corresponde a Jáchal por lo tanto las empresas del lugar están en la mencionada Zonda de Influencia del megaproyecto minero.
“Queremos que Iglesia esté en Vicuña”
En Iglesia, donde hace más de dos años los proveedores realizaron una manifestación pública exigiendo mesas de trabajo permanentes con el por entonces proyecto Josemaría, hay muchas expectativas, especialmente en los proveedores que estaban trabajando con Veladero y que no pudieron renovar sus contratos porque no ganaron sus respectivas licitaciones.
La flamante conducción temporaria de la CAPRESMI —Cámara de Proveedores de Servicios Mineros de Iglesia— tendrá en esta reunión su primer encuentro formal con Vicuña en este nuevo ciclo. Y llegan con demandas concretas.
“La cámara está muy interesada en participar de las licitaciones de Vicuña. Queremos saber cómo funciona el proceso, cuáles son los criterios reales”. “Nos estamos enterando a medias de cosas que ya están adjudicadas”, señala Natalí Varela miembro del triunvirato que está a cargo de la entidad, respecto a las adjudicaciones y licitaciones de Vicuña.
“Iglesia tiene que insertarse en Vicuña. Para eso son las mesas de trabajo. Vamos a plantear nuestros temas y a ver qué soluciones proponen.”, sostiene.
¿Qué pasará hoy en Jáchal?
La mesa de trabajo de este jueves reunirá a representantes de Vicuña con las cámaras de Jáchal e Iglesia.
Se espera que estén presentes equipos técnicos de la empresa, pero no hay confirmación sobre si Alfredo Vitaller, vicepresidente de Asuntos Corporativos, participará del encuentro.
Si bien es algo que ya estaba pactado y que podría considerarse una reunión normal dentro de la relación operadora-proveedores, la Minera Vicuña se juega hoy más que una reunión.
Se juega la credibilidad de su narrativa pública, basada en el compromiso con las comunidades. Se juega también la posibilidad de construir licencia social real, no sólo declarativa.
Tiene como aliadas a las cámaras que demuestran cordialidad con la empresa, buenos augurios y muchas ganas de trabajar en conjunto. Pero hay empresarios que no están contentos y que tienen la lupa apuntando directamente a la participación de las empresas en las licitaciones y que, si bien no han levantado la mano todavía, hablan entre ellos y planean reclamos.
Hoy, San Juan no exige privilegios. Exige justicia económica. Y eso empieza por abrir la puerta a quienes están a 50 kilómetros del yacimiento, no a 1.000.