

Este martes 6 de mayo, San Juan amaneció con un ritmo inusualmente calmo debido al paro de colectivos convocado por la Unión Tranviarios Automotor (UTA). La medida de fuerza, que tiene alcance nacional, fue ratificada tras el rechazo a la última propuesta salarial realizada por las cámaras empresarias del transporte de pasajeros.
Como consecuencia, la falta de transporte público impactó directamente en diversas actividades cotidianas, especialmente en el ámbito educativo. En numerosas escuelas, las clases se vieron suspendidas total o parcialmente, y en otras se dictaron con escasa asistencia de alumnos y docentes.
La postal de la mañana sanjuanina fue clara: paradas de colectivos completamente vacías, escaso tránsito en los principales cruces del microcentro y establecimientos escolares con muy poco movimiento.
El paro, declarado ilegal en algunas jurisdicciones, generó incertidumbre tanto en trabajadores como en usuarios del transporte, que debieron reorganizar sus jornadas sin acceso al servicio habitual.