

De cara a las elecciones del próximo 11 de junio en la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño (FAUD) de la Universidad Nacional de San Juan (UNSJ), el escenario político universitario se renueva con una propuesta joven, colectiva y profundamente comprometida. Iván José Martínez, arquitecto y docente, y Natalia Sofía Wortman, diseñadora industrial, encabezan una fórmula que busca abrir un nuevo capítulo en la conducción de la facultad.
“Nos hemos hecho en la FAUD”, sintetiza Martínez, apelando a una historia compartida de años de formación, docencia, investigación y militancia universitaria. Ambos candidatos destacan que su propuesta no surge de un arrebato electoral, sino de un proceso largo y orgánico, tejido a través del trabajo cotidiano en la facultad y en diálogo permanente con estudiantes, docentes, egresados y no docentes.
La candidatura, afirman, es el resultado de múltiples urgencias: el contexto social y político del país, el rol de la universidad pública y la necesidad de pensar y construir colectivamente un proyecto que convoque más allá de los nombres propios. “Poner el cuerpo” es una frase que repiten, no como consigna vacía, sino como forma de acción concreta.
“Durante años venimos participando, organizando congresos, cursos de posgrado, trabajando en cátedras. Somos gente manija, gente que hace”, dice Wortman entre risas, aunque con la seriedad de quien entiende que la política universitaria va más allá de las disputas coyunturales.
La propuesta que presentan se estructura en tres ejes fundamentales:
Reconstruir el sentido de las disciplinas proyectuales: Para Wortman y Martínez, es urgente volver a preguntarse cuál es el rol del diseño, la arquitectura y el urbanismo en un contexto como el sanjuanino, el argentino y el latinoamericano. “¿Qué sentido tiene dictar diseño industrial financiado con los impuestos de la gente?”, plantean. Lejos de ser una crítica, es un llamado a resignificar el sentido público, transformador y territorial de las carreras que ofrece la FAUD.
Construir comunidad y hacer más habitable la FAUD: “Queremos que la facultad vuelva a ser un espacio habitable”, afirman. Recuerdan con cariño una FAUD vibrante, donde se pintaban paredes, se hacían ferias y se compartía mucho más que clases. Recuperar esa apropiación del espacio es, para ellos, clave para fortalecer la identidad institucional.
Reivindicar la política como herramienta de transformación: Frente a la desafección generalizada y la demonización de la política, proponen una mirada distinta. “La política no es la grieta, no es el enemigo”, explica Wortman. “Es la capacidad de generar acuerdos, de establecer prioridades y de trabajar por un proyecto común.”
Ambos candidatos subrayan que este proyecto no se trata de ellos como individuos, sino de una construcción colectiva que los trasciende. “No es Iván y Natalia. Somos un grupo, una comunidad que quiere transformar la FAUD desde adentro”, remarca Martínez.
En un contexto en el que las redes sociales y la lógica de la confrontación parecen dominar el debate público, su propuesta se planta como alternativa serena y propositiva. “No necesitamos pelearnos ni con nuestros competidores”, señalan. “La facultad es una casa chica, nos cruzamos todos los días, trabajamos juntos. No somos enemigos.”
El próximo 11 de junio, la comunidad de la FAUD tendrá la oportunidad de elegir entre distintos proyectos de gestión. La fórmula Martínez–Wortman propone una mirada fresca pero profundamente arraigada en la historia y en la cotidianeidad de la facultad. Una invitación, como ellos mismos dicen, a “convencerse colectivamente de lo urgente que es construir otro futuro posible”.