

Si bien aún faltan dos meses y medio para las elecciones del 12 de junio en la Universidad Nacional de San Juan (UNSJ), desde los tres espacios en carrera por el sillón del Rectorado avizoran un escenario de balotaje, previsto para el 24 de ese mes. Incluso, lo reconocieron dos candidatos: el decano de Arquitectura, Guillermo Velasco, y el consejero superior, el también arquitecto Jorge Cocinero. Eso sí, cada uno se ve relegando al otro e ingresando a la segunda vuelta con el actual rector Tadeo Berenguer, que irá por la reelección.
El sistema de balotaje se sancionó en 2001 tras una reforma electoral, el cual se pone en marcha si una agrupación no supera el 50 por ciento de los votos. En ese caso, la contienda está reservada para los dos sectores que más votos hayan sacado en la primera vuelta.
Desde 2002 a 2021, hubo seis elecciones y, en cinco, se definieron en la segunda instancia. Es un antecedente de peso y en esos comicios hubo una abundante oferta electoral que llevó a la dispersión de votos e impidió que una agrupación universitaria sobrepasara el 50 por ciento.
En esta elección, si bien son tres los candidatos al Rectorado, cada uno, con sus respectivos grupos, tiene su respectivo caudal electoral (en mayor o menor medida), lo que, en principio, llevará a un reparto de las adhesiones y, otra vez, que ningún espacio perfore el límite.
La puntada inicial la dio Velasco, durante una entrevista en el programa Demasiada Información, de Radio Light. “Casi seguro hay balotaje”, reconoció el decano. Ante la consulta si se me medirá con Berenguer en esa instancia, respondió que “puede ser una de las alternativas”.
Por su parte, Cocinero resaltó que, “sin lugar a dudas”, se ve en una segunda vuelta y que, “indudablemente”, será con el actual rector. Ambos se vieron las caras en el balotaje de 2021, el cual terminó con el triunfo de Berenguer.
Tanto el decano de Arquitectura como el consejero superior vienen siendo muy críticos de la gestión del actual conductor de la UNSJ. Es lógico, son oposición y la costumbre es golpear al que está gobernando. Ahora, ambos admiten que el rector estará en la disputa final, por lo que también habrá una disputa entre ellos, que arrastran de hace años, para sacar el ticket a la segunda vuelta.
En Radio Light, Velasco reconoció que, “de alguna manera, le vamos a restar caudal político a Berenguer, porque consideramos que hoy no está bien visto dentro del personal no docente y los docentes de la universidad por un tema de gestión. Es con lo que pretendemos diferenciarnos en gran medida. Nosotros venimos a gestionar una universidad donde se priorice lo académico, la investigación y la extensión”.
Además, destacó que “nuestra intención es capitalizar, por un lado, el votante de Milei, que puede creer que Cocinero tiene el proyecto de universidad que lleva adelante el propio Milei. Que es un proyecto que los docentes y no docentes, sobre todo, no quieren en la universidad”. Así, resaltó que el caudal de votos del consejero superior “va a ser muy bajo, en función de que los docentes y no docentes que pueden haber votado a Milei, no lo harán por un proyecto que hoy lo estamos sufriendo y que tiende a que la universidad desaparezca”.
A su vez, Cocinero retrucó que “lo que sí puedo decir es que tengo candidatos en todas las facultades. Y eso me permite definir en dónde estoy parado y qué es lo que tengo. Él (por Velasco) no cuenta con candidatos en todas las facultades”. El dardo apuntó a que el decano no va a poder poner candidatos en Filosofía, debido a la polarización entre la actual decana, Myriam Arrabal, que juega con Berenguer, y el espacio de Cocinero, en el que suena fuerte Rosa Garbarino, extitular de la unidad académica. Además, le viene costando poner postulantes en Sociales.
Si bien no desconoció la importancia de armar en todas las facultades, Velasco indicó que “las elecciones se van a definir en quién trabaje en forma directa en cada una de las unidades académicas, visitando aula por aula, instituto por instituto y departamento por departamento, hablando los distintos estamentos”
No fue la única embestida de Cocinero, dado que insistió en una de sus estrategias discursivas. “No veo tres fuerzas, sino dos. Una que tiene un claro proyecto político partidario y otra, que es la nuestra, con un proyecto académico”.
En ese marco, indicó que “nuestro espacio es pluralista. Están socialistas, gente del Pro, de Milei de distintos sectores y están contenidos hasta los peronistas de buena fe. El espacio de ellos es donde se ve nítidamente el cristinismo y el partido Patria Grande de (Juan) Grabois. Estas son las grandes y enormes diferencias”.
Velasco cuestionó esa idea al señalar que es erróneo “pegar a un candidato a rector con un partido político o, incluso, con personas. Ni Cocinero es el representante de Milei o de Orrego, ni yo soy el representante de alguna fracción del peronismo ni Berenguer es tampoco el kirchnerismo. Lamentablemente, Cocinero observa, dice él, el tema de la politización dentro de la universidad y lo único que hace con esos comentarios es un daño a la institución”.
El tema será, si se da el escenario de balotaje, cómo harán, ya sea Velasco o Cocinero, para sumar los votos del que quedó afuera y competirle al que entienden que estará en la instancia final, teniendo en cuenta la rivalidad que existe entre ambos.
El rector aún no ha salido al ruedo de la compaña política universitaria, como contestarle a sus rivales ni anunciar públicamente su candidatura ni la de su vice, aunque ambas situaciones han trascendido. No obstante, desde su equipo coincidieron que todo indica que habrá un escenario de balotaje.
De acuerdo a los antecedentes de las peleas electorales en segunda vuelta, Benjamín Kuchen venció a Luis Meritello en 2002 y a Ricardo Pintos en 2008. Incluso, en 2005, iba a ir a balotaje con Roberto Gómez Girado, pero este, al final, se bajó de la contienda. Luego, Oscar Nasisi derrotó a Rodolfo Bloch en 2012 y el triunfo de Berenguer sobre Cocinero en 2021. En la única oportunidad en la que no hubo balotaje fue en 2016, cuando Nasisi consiguió la reelección tras aventajar a Ricardo Coca en primera vuelta. En ese entonces, si bien hubo tres listas, las que tenían peso para la pelea eran dos.