En un entorno natural único como La Ciénaga, vivimos una nueva jornada de Yoga en la Naturaleza, guiada por la instructora Vanesa Aballay. A través de su conocimiento y sensibilidad, creó el ambiente ideal para conectar cuerpo y mente con el paisaje, integrando sonidos agradables y una experiencia aromática envolvente.
Practicar yoga al aire libre potencia los sentidos y brinda múltiples beneficios: el aire puro y fresco es una fuente de energía vital que oxigena el cuerpo de manera más efectiva que en espacios cerrados. Durante la sesión, las participantes pudieron ejercitarse mientras establecían un vínculo con sus emociones, disfrutando con conciencia plena del entorno, respetándolo y valorándolo.
A veces, lo único que necesitamos para reconectar con nuestro interior, salir de la rutina y sentirnos mejor es una sesión de yoga al aire libre. Es por esto que, esta iniciativa de la Dirección de Turismo, que se realizaba todos los viernes, continuará durante el mes de febrero.
