Luego de meses de tensión, el intendente de Angaco, José Castro, cumplió su promesa de desafectar tierras fértiles de un proceso de expropiación. Los productores celebran la medida que protege sus tierras.
El pasado 2 de diciembre, productores del departamento de Angaco marcharon para manifestar su rechazo a la expropiación de tierras cultivables, una medida tomada por la intendencia bajo el argumento de “utilidad pública”. Esta situación afectaba directamente a la producción agrícola de la zona, poniendo en riesgo el sustento de decenas de familias.
Pablo Martín, presidente de la Mesa Vitícola de San Juan, destacó en aquel momento que la modificación a la Ley de expropiación provincial estaba siendo usada en desmedro de la actividad productiva. “Lejos de recurrir a terrenos incultivables, se estaban apropiando de tierras fértiles, aptas para la producción, afectando seriamente a los agricultores”, señaló Martín, quien acompañó las protestas junto a los productores y otros miembros de la Mesa Vitícola.
Sin embargo, en los últimos días, los propietarios recibieron una noticia que les devolvió cierta tranquilidad: el intendente José Castro entregó las nuevas ordenanzas municipales, que modifican la normativa previa y desafectan los inmuebles anteriormente sujetos a expropiación. Según explicó Martín, “esto significa que las tierras que habían sido marcadas para su expropiación han sido retiradas de ese trámite, y cualquier nueva acción de este tipo deberá empezar desde cero”.
Esta medida representa un alivio para los productores de Angaco, quienes denunciaron en diciembre una falta de notificación oportuna y la arbitrariedad de las decisiones municipales. “Es importante resaltar que, aunque hubo demoras, el intendente cumplió con su palabra. Nos escucharon y lograron revertir esta situación”, agregó Martín.
La normativa modificada establece que para cualquier futura expropiación deberá seguirse un nuevo proceso administrativo, basado en informes técnicos y justificaciones claras. Aunque satisfechos con la resolución, los productores se mantienen vigilantes ante posibles nuevos intentos de expropiación. “Nos comprometimos en su momento a visibilizar la problemática, y ahora, nobleza obliga, debemos informar que hemos sido escuchados”, concluyó.
Este cambio ha sido bien recibido por los vecinos de Angaco, quienes esperan que las autoridades municipales continúen sus acciones para proteger y fomentar la producción local, esencial para la economía de la región.