El politólogo Miguel Grimalt disputará la secretaría general del gremio de los docentes de la UNSJ con el objetivo de “abandonar la máquina de comunicados y gestionar beneficios concretos para los afiliados y las afiliadas “.
¿Cuáles son los principales objetivos de su candidatura?
Mi objetivo es sacar al sindicato del estancamiento y aislamiento en el que está atrapado. Vemos con preocupación el sectarismo de la actual gestión, en un momento donde la unidad es central frente al desfinanciamiento universitario y la destrucción de nuestros salarios.
Hoy por una decisión de la conducción de SIDUNSJ de no participar en las instancias de CONADU, la voz de las y los afiliados de San Juan no llegan a nivel nacional, importante para hacer fuerza en las negociaciones con el gobierno. Y los beneficios de pertenecer a una Federación tampoco nos llegan, como el asesoramiento, la red de relación con otros sindicatos y Universidades, beneficios turísticos, participación en Congresos y encuentros en todo el país, publicaciones académicas, etc.
En relación a la situación local, desde la Agrupación 22 de noviembre participamos de las paritarias en la UNSJ, y también nos preocupa ver cómo en temas que mejoran nuestras condiciones laborales, la actual gestión del gremio los obstaculiza.
Queremos construir un sindicato fuerte y unido que luche por los derechos de las y los docentes y brinde beneficios concretos a los afiliados. Para lograrlo, proponemos tres ejes de acción: “Más derechos y mejores condiciones de trabajo”, “Presencia gremial activa” y “Beneficios para el bienestar docente”. Queremos un gremio que acompañe, que proteja y que, sobre todo, sume valor a la vida de las y los trabajadores docentes. Que también contemple la realidad de nuestros jubilados y jubiladas, cuyo rol activo es central.
¿Qué mirada tiene de la conducción actual?
La política de aislamiento de la conducción actual y su mirada endogámica nos ha llevado a que el gremio esté estancado. No crece. El número de afiliados no crece, sino todo lo contrario.
Llegamos al punto de que muchos compañeros y compañeras se pregunten “¿De qué sirve afiliarme? ¿Qué beneficios tengo?” Creo que eso habla de la desconexión de la conducción actual con la realidad del docente. Un ejemplo: la sede gremial actual está abierta solo de 9 a 11 hs y no ofrece ningún beneficio para el afiliado. En este punto, una de nuestras propuestas es garantizar que la sede que sea un espacio de encuentro, de capacitaciones, de soluciones colectivas, de formación y con la posibilidad de que el afiliado haga uso de ella.
Queremos que la sede gremial se sienta como un lugar de pertenencia, que sea útil y accesible para todos. Esto es fundamental para recuperar la unidad y fortalecer el sentido de comunidad.
En su opinión, ¿cuáles son las principales fortalezas y debilidades del sindicato actualmente?
La principal fortaleza es la base de afiliados comprometidos que creen en la importancia de un gremio fuerte y el trabajo que muchos de ellos vienen llevando adelante. Sin embargo, la decisión unilateral de negarnos la representación nacional a los afiliados de SIDUNSJ, lo que también hace que nos veamos privados de los beneficios de pertenecer a una Federación nacional, el aislamiento y la mirada endogámica son nuestras grandes debilidades, junto con la falta de respuestas concretas a los problemas desde el sindicato que hagan atractiva la afiliación. Este gremio necesita recuperar su rol activo en la defensa de sus afiliados, no solo con palabras, sino con acciones. Tenemos que abandonar la máquina de hacer comunicados y desarrollar una política de beneficios claros para los afiliados.
Nuestras propuestas buscan justamente atacar estos puntos débiles y convertirlos en pilares sólidos.
¿Cuáles son, a su criterio, los desafíos más urgentes que enfrenta el gremio hoy? ¿Cómo piensa abordarlos?
El principal desafío es construir un gremio fuerte y comprometido con los derechos de las y los docentes, que en estos tiempos de crisis asuma la responsabilidad de la defensa del salario y que busque soluciones colectivas a los problemas cotidianos de nuestro trabajo a través de la acción social solidaria. Debemos lograr que el gremio sea una herramienta importante para sus afiliados. Necesitamos discutir y llevar adelante acciones desde las necesidades reales y las preocupaciones de los afiliados.
Nuestro plan como equipo es asumir estos desafíos abriendo las puertas a la participación, construyendo unidad con todos los espacios a pesar de las diferencias. Vamos a trabajar fuertemente a través de nuestros tres ejes: mejorar las condiciones laborales, dar acompañamiento integral al afiliado y ofrecer beneficios sociales concretos, que motiven la afiliación y la participación de quien quiera aportar desde el lugar que considere.
¿Cuál será su postura en temas como la negociación colectiva y la mejora de las condiciones laborales de los trabajadores?
Nuestra postura es firme: el gremio tiene que abandonar el sectarismo y el aislamiento para asumir con responsabilidad en las mesas de negociación su rol en la defensa del salario y las condiciones de trabajo de cada docente. La conducción actual promueve el aislamiento a nivel local y nacional. Nosotros queremos trabajar en conjunto. Tenemos muchas tareas por delante. Vamos a seguir estando en los espacios paritarios y donde sea necesario para, por ejemplo, reglamentar el trabajo remoto, que hoy carece de una regulación específica; promover la creación de un área de Medicina Laboral en la UNSJ, que atienda especialmente los problemas relacionados a la Salud Mental; ampliar el acceso a propuestas de formación, que es un derecho fundamental; trabajar para la estabilidad laboral, para lugares de trabajo libres de cualquier tipo de violencia; acompañar a quienes estén por jubilarse y a nuestros jubilados; garantizar el acceso a recursos necesarios para llevar adelante nuestro trabajo, favorecer espacios de discusión, capacitación y debate sobre temas de interés, entre otras propuestas.
No queremos trabajadores desamparados ni condiciones de trabajo arbitrarias. La alternativa que ofrecemos quiere un sindicato al servicio del afiliado y no como plataforma política de sus dirigentes. Hoy más que nunca tenemos que transformar nuestro sindicato, en la defensa de la Universidad Pública y sus trabajadores.