Uno de los testimonios históricos del pasado minero sanjuanino lo constituyen las Ruinas de Hualilán. Esta mina de oro y plata fue explotada por una empresa inglesa desde 1872 hasta 1930. Está ubicada en el distrito de Ullum, a 130 km de la capital sanjuanina, a un costado de la Ruta Provincial 149. En su época de actividad, procesaba 200 toneladas diarias.
Sus edificaciones, salas, habitaciones de los trabajadores, chimeneas y piletas de lavado se mantienen desde esa época, aunque bastante deterioradas por el vandalismo que sufrió el lugar después de años de abandono. Las grandes salas de piedra, con paredes de más de 50 centímetros de espesor, sus altas chimeneas y algunas piletas circulares, han resistido el paso del tiempo.
La mina fue descubierta por un arriero de San Juan, llamado Juan Suárez, en el año 1751. Viniendo de Chile, perdió una mula cargada en las cercanías del mineral y, al buscarla entre el monte, la halló echada en el rincón que hoy es la mina del pique. Para espantar la mula, Suárez tomó una piedra que le pareció pesada y la echó al bolsillo. Después de llegar a San Juan, se fijó que tenía bastante oro a la vista y así nació el descubrimiento.
Su última explotación data de principios de la década del ’80, cuando la mina fue trabajada por la firma Aluvión SA, propiedad de Carlos Gómez Centurión. Luego pasó a manos de Minera Aguilar, y después de eso solo se realizaron tareas de exploración en la zona. En 2003, Hualilán fue declarado “Bien integrante del patrimonio cultural de la provincia”.
Actualmente, el proyecto está siendo desarrollado por la australiana Challenger Exploration Ltd. a través de su subsidiaria Golden Mining S.A. Las tareas de exploración permiten afirmar que el proyecto Hualilán comienza a demostrar una gran escala asociada a la gran minería.