Con 61 votos afirmativos y 8 negativos, el Senado de la Nación sancionó una nueva ley de movilidad jubilatoria que aumenta 8% los ingresos de jubilados y pensionados, y garantiza un haber mínimo de 1,09% la canasta alimentaria. Así se cierra un semana dramática en la relación de la Casa Rosada con el Palacio Legislativo, y se espera que el presidente Javier Milei vete esta norma que tiene un costo fiscal de 0,4% del PBI.
Al igual que ocurrió ayer en la Cámara de Diputados, el PRO votó en contra, junto con el kirchnerismo y el radicalismo. Esto representa un nuevo revés político de los bloques con los que el oficialismo contaba como aliados para esta votación. La única senadora del PRO que votó en contra, junto con los siete de La Libertad Avanza, fue la cordobesa Carmen Álvarez Rivero.
El número de 61 votos afirmativos muestra la contundencia del Senado para aprobar esta ley. Supera ampliamente la mayoría especial de los dos tercios. Es decir, que si el presidente Javier Milei decide vetar esta iniciativa tanto en Diputados como en el Senado de la Nación hay una mayoría sólida para rechazar ese veto.
El encargado de explicar el dictamen de la mayoría fue Mariano Recalde (Unión por la Patria). Allí dijo que el proyecto “establece los aumentos mensuales del haber jubilatoria por inflación”. “Suma una herramienta útil pero no suficientes, sobre todo porque empezó a ser así en marzo y se comió los dos meses más altos de inflación”, indicó el senador peronista.
“Por eso este proyecto de ley fija un aumento adicional anual para que no sólo se mantenga el haber, sino que además, si la economía crece y los salarios acompañan, los jubilados puedan participar de esa mejora, por eso se da un aumento adicional anual del 50% de la variación del RIPTE”, que mide los movimientos de salario de los trabajadores registrados.