Luego de que el Fondo Monetario Internacional (FMI) apruebe la octava revisión del acuerdo de la deuda de Argentina que tomó Mauricio Macri y en la previa de la reunión del presidente Javier Milei y Kristalina Georgieva, el Ministerio de Economía establece límites a la eliminación del cepo.
El proceso de eliminación de controles cambiarios “lo definirán las propias autoridades de Argentina contemplando la evolución de las variables económicas relevantes, quienes compartirán con el FMI los parámetros que serán monitoreados, sin incluir compromisos de fechas o medidas específicas”, según indica un comunicado el Ministerio de Economía y Banco Central.
Este texto difundido en las últimas horas refiere a la aprobación que llevará al desembolso de u$s800 millones. Las autoridades, de esta manera, ratifican un “manejo flexible” de la política monetaria.
El comunicado agrega que el Banco Central “contempla avanzar en la liberación de controles cambiarios y en una mayor flexibilidad cambiaria”, pero aclara que lo hará “siempre y cuando estas medidas no impliquen riesgos excesivos para el proceso de reducción de la inflación y fortalecimiento de su hoja de balance”.
El desembolso que se libera, es un monto que supera la próxima amortización al FMI en julio del 2024 de aproximadamente u$s645 millones. Ese último pago previsto para julio es el último de amortización al Fondo contemplado dentro del marco del programa actual que vence en noviembre 2024.
A partir de ese pago y, por dos años, Argentina no enfrenta más vencimientos de amortización de principal con el organismo multilateral, según indicó la periodista Liliana Franco.
Reservas
En cuanto a las reservas, el comunicado asegura que el Banco Central acumuló u$s 9 mil millones de Reservas Internacionales Netas (RIN) al 31 de marzo, cuando la meta era de u$s6 mil millones.
Como se superó lo especulado, se acordó elevar la meta del segundo trimestre a u$s10,9 mil millones sin afectar a la meta anual original.
Equilibro monetario
Respecto al equilibro fiscal “el acuerdo se alcanzó en tiempo récord”, según el comunicado y detalla que partiendo de un déficit financiero de 4.6% del PIB en 2023, en el primer cuatrimestre del año, el superávit primario ascendió a 0,7% del PIB el financiero a 0,2% del PIB.
La Asignación Universal por Hijo se incrementó 335% entre noviembre de 2023 y junio de 2024, lo que da un incremento en términos reales estimado del 90%. La Tarjeta Alimentar y el programa Primeros Mil Días de Vida exhibieron subas reales estimadas en 4% y 470% en el período mencionado.
Las jubilaciones sin el bono registraron un aumento del 3% en términos reales, como consecuencia del refuerzo de 12,5% otorgado en abril y el cambio a una actualización automática por inflación con un regazo de dos meses habilitado por el Decreto de Necesidad y Urgencia 274/2024 del Poder Ejecutivo Nacional.
Para el segundo semestre asegura que “con la economía retomando el crecimiento y el efecto pleno sobre las cuentas fiscales de los cambios en las tarifas de energía, la actualización en el impuesto a los combustibles y la reducción en los gastos de funcionamiento, el Gobierno espera iniciar una reducción significativa en los impuestos más distorsivos, comenzando por el Impuesto PAIS una vez promulgada la Ley Bases”.
Contracción monetaria
El documento asegura que mientras que en los 12 meses previos al cambio de gobierno el BCRA había financiado al Tesoro en $50 billones, estos flujos fueron revertidos a partir de la nueva administración.
Al finalizar el primer trimestre, el financiamiento monetario neto del BCRA al Tesoro arrojó un saldo de -$2,1 billones corrientes, sobrecumpliendo la meta trimestral que contemplaba un límite en $0.
Actualmente “la meta de financiamiento monetario neto al Tesoro continúa en terreno negativo (-$82 mil millones corrientes) y el impacto monetario contractivo de la operatoria del Tesoro arroja una absorción total de pesos por parte del BCRA muy superior, $17 billones, contribuyendo al proceso desinflacionario”.
En referencia a la política cambiaria el comunicado considera “de importancia destacar dos objetivos de las autoridades económicas argentinas reflejadas en el Acuerdo que se ratifican en la octava revisión de programa con el FMI: la presentación oportuna de un marco de programación monetaria y la eliminación, sin condicionamiento de tiempos ni formas, de los controles cambiarios”.
Las autoridades indican que el BCRA continuará conduciendo la política monetaria de manera flexible, prudente y pragmática.
Por último, el texto señala que el fin de ese marco es “contribuir a reducir aún más la incertidumbre al brindar más información sobre el comportamiento proyectado de las variables monetarias consistente con la continuidad del proceso de estabilización macroeconómica”.