Cámaras de las provincias San Juan y Mendoza expresaron su oposición ante los intentos de importación de vino que han generado controversia en el sector.
Mediante un comunicado de prensa, el sector vitivinícola sanjuanino y mendocino salió en pleno a rechazar la importación de vinos.
“Porque defendemos el trabajo le decimos no a la importación de vinos y a la especulación”, se titula el escrito, emitido por la Federación de Viñateros de San Juan, Asociación de viñateros independientes de San Juan, Mesa Vitícola de San Juan, Asociación de Productores del oasis este de Mendoza (APROEM), Asociación de Viñateros de Mendoza (AVM), Centro de Viñateros y Bodegueros del Este, Cámara de Agricultura, Industria, Comercio y Turismo del Valle de Tupungato.
“Queremos expresar nuestra firme oposición ante los intentos de importación de vino, que han generado controversia en el sector”, arranca el comunicado.
Y sigue: “Tras lo comunicado por el INV, varios grupos o empresas, además de las que ya lo hicieron (Peñaflor), están iniciando tramites a fines de lograr importar vino. Algunas con el fundamento que niega la disponibilidad de vino genérico en el mercado local, otros con el agraviante en su falta de calidad de los mismos. Declaramos enfáticamente que esto constituye una falacia. Hemos mantenido conversaciones con diversas cámaras bodegueras y cámaras trasladistas, las cuales confirman que el vino genérico está disponible y existe no solo en oferta, sino en excelente calidad para abastecer al mercado con normalidad. Nos parece desafortunado y lamentable que se intente atribuir a la falta de calidad en nuestros vinos los intentos de importación, los que estamos en la industria sabemos los intereses que motivan esos dichos, lamentablemente el consumidor no. Creemos que el único interés es desequilibrar el mercado local y ejercer presión sobre los precios a la baja. Estas acciones impactan negativamente en el sector viñatero de Mendoza, San Juan y el resto del país, afectando la economía y el sustento de numerosas familias productoras”.
“Instamos a todos los proveedores locales (productores de uva o dueños de vino y bodegas trasladistas) a no ceder ante estas prácticas desleales, dejar de realizar operaciones con los mismos y a mantenerse firmes en la defensa de sus derechos y su sustento económico. Exigimos igualdad de condiciones en el mercado, así como un control riguroso del INV sobre las importaciones de vino, garantizando que cumplan con la legislación argentina en materia de calidad y composición (Ej: normas de calidad y variedades permitidas utilizadas para su elaboración, exigiendo un análisis de malvidina, agua exógena, etc) y dar garantías que esos vinos no sean cortados con vinos nacionales previo a los controles al momento de su autorización. El INV debe controlar la genuinidad de los vinos que ingresan al país y deben ser tan rigurosos como el control que se le aplica a los nuestros”, continúa.
Y cierra: “Las entidades continuaremos trabajando en la protección y promoción de los intereses de toda la cadena, velando por una justa distribución para todos los actores involucrados en la industria vitivinícola de la región”.