Esta tarde habrá un seminario sobre las agriculturas de proximidad. “Hay erosión en los perfiles agrarios cercanos a la ciudad”, define el sociólogo Tapella.
En la antesala del Salón de Actos de la FACSO, situada en el Complejo Universitarios Islas Malvinas (CUIM), en Rivadavia, este jueves 26 de octubre el sociólogo Pablo Tapella ofrecerá el seminario “Agricultura en el linde urbano. Premisas para investigar las interfases del campo y la ciudad”. Será a las 17.30 y estará acompañado en los comentarios por la ingeniera Natalia Silva, integrante de la Cooperativa Boca del Tigre, docente de la UNSJ e integrante de INTA.
Perteneciente al Programa de Estudios del Trabajo, el Ambiente y la Sociedad (PETAS) de la Facultad de Ciencias Sociales (FACSO) de la UNSJ, Pablo Tapella, ante la pregunta sobre por qué investigar las agriculturas de proximidad, generalmente familiares, esas agriculturas que abastecen en fresco los alimentos a las ciudades, es contundente: “No se puede discutir ni la cuestión agraria ni la cuestión alimentaria sin reparar en estas agriculturas, porque su posición es crucial para definir el sistema alimentario y hasta para definir los modelos de desarrollo”.
Falta de regularización
Sobre la actual realidad de las agriculturas situadas en el linde urbano, Tapella sostiene: “Hay erosión de los perfiles agrarios cercanos a la ciudad, hay una falta de regularización dominial. Estas familias que viven y trabajan allí muchas veces no son dueñas de la tierra y eso condiciona arreglos informales con el terrateniente. Hay pérdidas de unidades agropecuarias de pequeña escala, hay concentración de la tierra y el capital. Y hay algunas buenas noticias del lado de la organización de algunos de estos productores, realzando su filiación programas o con organizaciones nacionales como la UTT (Unión Trabajadores de la Tierra), que ponen en cuestión estos aspectos del modelo de desarrollo dominante”.
Intereses
El modelo de desarrollo dominante es el que vulnera estas agriculturas de proximidad. Pablo Tapella apunta que los problemas de competencia por el suelo en los espacios entre el campo y la ciudad responden a la introducción de valorizaciones capitalistas. “Tienen que ver con secciones del territorio que se transforman, por ejemplo, en bienes de la economía inmobiliaria. Cuando eso está librado a la sola competencia de las capacidades de movilizar capital de los distintos agentes inscriptos en el territorio, se termina tratando de una cuestión de intereses. Están los intereses de los consumidores, de los productores, pero también está el interés capaz de movilizar capitales que son los que concentran y los que participan en esos desplazamientos, participan en esa erosión”, afirma Tapella.
Fuente: Prensa SECCOM-UNSJ