Lo dijo en su discurso la decana de Filosofía, Myriam Arrabal, al despedir a las y los nuevos profesionales.
En un acto lleno de emoción realizado en el Comedor “Juan Gutiérrez”, recibieron sus diplomas cerca de 300 nuevos y nuevas profesionales de la Facultad de Filosofía, Humanidades y Artes.
La ceremonia, a sala colmada, contó con la participación del Coro Universitario bajo la dirección del maestro Jorge Romero, interpretando obras de su repertorio y acompañando en la entonación del Himno Nacional Argentino. Previo a la entrega de diplomas y como ya es tradicional, se realizó la entrega de numerosos premios y distinciones a aquellos graduados y graduadas que, por su desempeño, alcanzaron ese honor.
Como marca el protocolo, se escucharon cuatro discursos. En primer lugar, de la flamante licenciada en Ciencias de la Educación María Teresita Cerdera Russo, quien habló en nombre de las egresadas y egresados.
“Hoy recibimos nuestros títulos, pero les pregunto: ¿son solo nuestros? -se interrogó la profesional-. Cada uno tiene nuestro nombre, pero no son un logro individual, sino fruto de un esfuerzo colectivo. Detrás de cada título hay muchas historias, hay trayectoria y hay sueños que hoy son alcanzados. Hay familias orgullosas, que hicieron esfuerzos inconmensurables para que podamos estudiar, porque les aseguro que muchos de nosotros somos la primera generación de universitarios en nuestras familias. Hay profesores que han contribuido a nuestra formación profesional, hay historias compartidas. Y hay una universidad pública y gratuita, que nos dio la posibilidad de estudiar y recibir una educación de calidad”. Por eso hoy me gustaría pedirles que asumamos nuestro rol de graduados, como un estamento indispensable para la vida universitaria, que ocupemos ese lugar, porque egresar no significa irnos de la universidad, sino continuar siendo parte de ella, asumiendo el compromiso de defenderla hoy más que nunca y de seguir construyendo entre todos, la universidad que queremos”.
A continuación, habló en nombre de los docentes Claudia Mazitell, quien invitó “a una reflexión: nos debemos ese proceso que nos permita disfrutar de los logros pasados y reconocer nuestras fortalezas y debilidades. En palabras de Sarmiento, “todos los problemas son problemas de educación”. Nuestra universidad afronta varios desafíos, los educadores tenemos la obligación de crecer como profesionales, a fin de participar con excelencia en este proceso. Por su parte, los egresados deben tomar conciencia de su nuevo rol, poniendo al servicio de la comunidad lo aprendido, desarrollando su profesión de forma constructiva en la sociedad”.
La decana de la FFHA, Myriam Arrabal, expresó en sus palabras que “La sociedad actual genera la necesidad de una universidad que se adapte a las complejidades y desafíos, donde el conocimiento no sea un objetivo en sí mismo, sino un instrumento para el desarrollo de la comunidad. Nuestro presente se caracteriza por una creciente interacción entre universidad y múltiples instituciones; a 40 años del inicio de un periodo de construcción democrática ininterrumpido, resulta necesario reafirmar un tema largamente reclamado desde la época del gran visionario, Domingo Faustino Sarmiento, como es el de la educación pública estatal, que con el aporte de los ciudadanos se debe garantizar como elemento transformador de la realidad social, económica y cultural. Como sujetos de derechos y deberes y beneficiarios del sistema universitario nacional, vinculen el conocimiento adquirido con el desarrollo que contribuye al mejoramiento social. Que el espíritu crítico y solidario gobierne la relación con la realidad, contrayendo deudas con las exigencias que presenta el mundo actual. No claudiquen ante lo que están llamados a ser: habiendo desarrollado alas para volar, ayuden a otros a que no se contenten con reptar. Cada uno de ustedes da testimonio de que una educación exitosa no solo depende del estudio y las cualidades del educador, sino también y sobre todo, de la disposición para aprender, disciplina y determinación”.
Finalmente, habló el rector de la UNSJ, Tadeo Berenguer, quien expresó que “han sido muchos años de esfuerzo, pero están ahora en la puerta de ejercer la profesión para la que tanto se prepararon. Les esperan tiempos desafiantes, pero no imposibles. Reflexionen sobre vuestro paso por la universidad: en todos estos años, el aprendizaje ha sido algo más que lo académico, nos hemos enfrentado a diversas situaciones y realidades que no esperábamos, han crecido y madurado. El camino ha sido recorrido con mucho sacrificio, pero es gracias a todo lo vivido, que hoy salen a la calle con mucho más que un título universitario: salen con experiencia de vida. Quiero invitarlo a que se sientan afortunados de estar aquí. Hoy pueden decir que nadie les regaló nada, están aquí porque se lo merecen. En un mundo donde a veces parece prevalecer el individualismo, la indiferencia, donde pareciera que no hay compromisos profundos, no seamos espectadores: seamos agentes de cambio. Tienen las herramientas y el futuro por delante, es vuestra oportunidad de hacer un mundo mejor”.
Fuente: Prensa SECCOM-UNSJ