Por SRSur News Agency
El diario El Mundo, de España, publicó pocos días atrás un perfil muy singular de Javier Milei, de quien afirma “le pegaba su padre e hizo clonar a su perro muerto”.
El Diario El Mundo, a través del periodista Sebastián Fest, perfila la personalidad del candidato presidencial ultraliberal con descripciones y definiciones que pueden sorprender a muchos argentinos e, incluso, a sus propios votantes.
Escribe Sebastián Fest*
Javier Milei, un hombre al que le pegaba su padre e hizo clonar a su perro muerto, con el que habla gracias a una médium.
Si en octubre es elegido presidente de Argentina, ya ha dicho que demolerá el Banco Central. Su furia se debe al maltrato que sufrió por parte de su familia, según su biógrafo.
Díganle “comunismo” y su boca echará fuego. Díganle “perros” y una mirada mansa se adueñará de su rostro. Díganle “Banco Central” y querrá demolerlo. Díganle “privatizar” y se le hará agua la boca. Díganle “el más allá” y estará dispuesto a conversar con todos: con los vivos y con los muertos.
Es Javier Milei, el economista ultraliberal que tiene patas arriba la vida de los argentinos desde que el domingo 13 de agosto ganó las elecciones primarias y se instaló como favorito para volver a hacerlo el 22 de octubre e instalarse en la Casa Rosada el 10 de diciembre.
El personaje
Cabello ensortijado, descontrolado por momentos, ojos tan azules como helados, piel pálida, verbo inflamado e histrionismo sin límites, Milei es un economista que comenzó a hacerse notar entre los argentinos hace más de una década como invitado a programas de acalorados debates en la televisión.
Hace dos años sorprendió al obtener un 17% de los votos en Buenos Aires, la capital argentina, con un partido, La Libertad Avanza, que propugna un Estado mínimo, casi inexistente. Hoy ya juega en otras ligas, y eso inquieta a muchos.
“Machirulo, violento con las mujeres”, define Viviana Canosa, presentadora de talk shows nocturnos que fue gran fan de Milei durante meses hasta que una pelea los separó.
“El tema es pensar qué Argentina queremos vivir a partir del 10 de diciembre, si queremos un país anárquico, violento, con un líder mesiánico que sólo sabe gritar ‘viva la libertad carajo’, poniendo cara de dictador”, criticó Canosa.
¿Por qué hay tanta furia en Milei? ¿Por qué sólo confía en una persona en este mundo, su hermana Karina?
Biografía
“Tuvo una vida muy difícil y eso fue configurando un perfil muy singular”, dijo a EL MUNDO Juan Luis González, biógrafo de Milei y autor de un libro de título nada sutil: El loco.
“Milei es una persona que tuvo un solo amigo a lo largo de su vida y se peleó con él en 2020: Diego Giacomino, economista anarco capitalista como él.
Una persona que tuvo su primera pareja a los 47 o 48 años, la cantante de cumbia Daniela, que le duró seis meses. Una persona que tuvo una vida tan difícil, que se terminó convenciendo de que su perro Conan, un mastín inglés, no era su perro, sino su hijo. Literalmente. Cuando el perro murió, eso lo enfrentó nuevamente a esa soledad que lo acompañó toda su vida.
Se negó a aceptarlo y en 2017 lo hace clonar. Entra en contacto con una médium, que lo convence de que puede seguir hablando con el perro desde el más allá, también de que los perros no mueren, sino que reencarnan.
Ahí arranca una camino místico de Milei que incluye hablar con muertos como Murray Rothbard, fundador del anarco capitalismo, y con Dios, que fue el que le dijo de meterse en política y que en 2023 será presidente”.
Milei cambia de idea y postura con frecuencia. Puede pregonar la libre portación de armas y luego decir que ese asunto no figura en su campaña electoral. Puede insistir en que su primer viaje como presidente será a Israel y que trasladará la Embajada argentina de Tel Aviv a Jerusalén, pero luego poner en duda una conversión al judaísmo que ya había sido dada por hecha: “Si soy presidente no puedo respetar el ayuno del Shabat”.
¿Qué es Milei? ¿Un duro, un hombre sin sentimientos? “No, para nada”, dicen a EL MUNDO personas que lo han tratado con cierta frecuencia: “Es un hombre frágil bajo la máscara de gritos e insultos con que se protege. Es un hombre que puede sentirse herido con facilidad, al que es muy fácil ofender”.
“Mucha gente se aprovecha de él, se abusa”, dice González, que se acerca así al tema de la violencia que sufrió Milei de niño y de joven. “Ahí entra en juego el tema de la soledad. Es fácil de manipular. Si le demostrás cariño y respeto al escucharlo, ya te ganás su confianza. Él no deja de ser hoy aún ese chico al que el padre le dijo toda la vida que era un inútil y no iba a llegar a nada. Entonces si lo ponés bajo tu ala y se acomoda fácil”.
Maltratado
-¿Le pegaba su padre?
-“Sí. Lo golpeó a lo largo de toda su infancia. Y uno imagina a una madre entrando en conflicto con un padre golpeador, pero la madre era cómplice. El padre no estaba ni en Año Nuevo ni en Navidad. Había violencia física y psicológica, con humillaciones muy marcadas a lo largo de toda la vida de Milei. Cuando Milei termina la Secundaria y decide dejar [el club de fútbol] Chacarita, el padre le dice que si estudia Economía, él le paga la carrera. En el último año, con el afán de hacerlo tropezar, deja de pagarle. Milei se gradúa gracias a los ingresos de una pasantía que hizo en el Banco Central, el que ahora quiere demoler. Cuando Milei cumplió 30 años, el padre le compró un apartamento. Al entregarle las llaves le dice que se lo compra porque es un inútil que no sirve para nada. Curiosamente, el padre y la madre vuelven a la vida de Milei cuando comienza a hacerse famoso. En 2010 habían roto el diálogo totalmente, pero en 2018 comienzan a ir a todas las funciones de la obra de teatro que hacía Milei y se sientan en primera fila. A pesar de que Milei no les hablaba, tampoco al terminar la obra. En 2019/2020 terminan retomando su relación”.
Años después puede ser presidente, pero hay cosas que no cambian. ¿Cómo definiría a Milei? González responde: “Un hombre solo”.
Fuente: Diario El Mundo, de España