Con la participación de los servicios de Maternidad y Neonatología del Hospital, la semana de la Lactancia tuvo variadas actividades de concientización y promoción con la interacción de mamás, enfermeras y médicos.
La Dra. Ana Molina, del servicio de Maternidad resalta que “Hay mucho de amor en esta actividad, mucha conexión de la madre con el hijo, hay mucho de educación. Es algo fisiológico que existe desde el día cero de la humanidad”.
El personal de Enfermería, clave en las actividades de la semana y en la promoción diaria de la lactancia considera que a través de la información y el apoyo se ha ido fomentando más la lactancia materna, involucrando no solamente a las madres, también a los papás y a la familia completa, y se va trasladando de generación en generación.
“Trabajamos en la concientización de la lactancia desde que la mamá llega para tener su bebé hasta que se va de alta. Pero nuestra tarea es que la lactancia perdure por el mayor tiempo posible, que entiendan que va a ser muy bueno para el bebé y a la mamá no le genera ningún perjuicio”, explica una de las licenciadas.
La principal tarea es la de combatir mitos: “mamás que piensan que si se bañan se les va a cortar la leche, o si tiran la leche que les sobra no van a producir más, tienen mucho temor en que lo que coman le pueda hacer mal al bebé pasándoselo a través de la leche, cosa que no es real porque la lactancia es una excelente barrera biológica en ese aspecto. O también creen que la leche va a tomar el sabor de lo que hayan comido, cosa que tampoco es verdad. Trabajamos mucho con las mamás más jóvenes, que por su misma inexperiencia a veces tienen mucho desconocimiento sobre la lactancia”, señalan.
Hoy se está poniendo el acento en la creación de ambientes amigables para que la mamá pueda dar de mamar, para que no se pierda esa conexión tan importante con el bebé, es el slogan de este año en la semana de la lactancia, trabajar y amamantar.
Como objetivo principal, la Dra. Molina señala que “La meta del servicio de Maternidad es la de lograr el título de hospital amigo de la madre y el niño”.
La mirada desde el servicio de Neonatología
El Dr. Rodolfo Gil, jefe de Neonatología, también resalta la enorme importancia de la lactancia materna: “Es muy importante porque consideramos que la leche es un tejido vivo, y el bebé cuando toma leche no solamente se nutre, también toma inmunoglobulina, que son anticuerpos, toma glóbulos blancos, que son los leucocitos, como unos “soldaditos” para pelear las infecciones. El valor inmunológico es muy importante, también el valor nutricional, porque el bebé, con muy poco esfuerzo, digiere la leche de madre y saca todos los nutrientes que necesita, lo cual no pasa con la leche comprada, porque es para otra especie, diseñada para otro tipo de intestino y el bebito se adapta tratando de digerir, pero necesita mucho esfuerzo para absorber esos nutrientes de la leche de vaca, por más que se la fortifique en el laboratorio con un montón de vitaminas no es nunca cercana a la leche de madre”.
“Más aún en esta época de invierno donde tenemos muchas enfermedades respiratorias la mamá le transfiere a su bebé todas las defensas a través de su leche, tanto es así que de nuestros niños que se internan enfermos un porcentaje muy pequeño toma leche materna, casi todos son alimentados a mamadera con leche de vaca, por más que sea de la mejor calidad posible” expresa el profesional.
Un aspecto destacable y único que distingue al Hospital Rawson es su lactario: “Nosotros tenemos un banco de leche donde las mamás que tienen bebés internados sacan leche de sus pechos, la dejan reservada y cuando hay que alimentar a estos bebés que están enfermos y no tienen potencia para succionar el pecho, los alimentamos con la leche de la misma mamá. La leche materna cambia la evolución de estos chicos: se sanan más rápido, tienen menos tiempo de internación, menos gravedad en sus enfermedades tomando leche de sus madres, sobre todo con los prematuros que tienen un sistema inmunológico y digestivo inmaduro”.
Un vínculo natural y poderoso
“Si hablamos del vínculo madre – hijo, expresa Gil, la mamá recibe también un montón de beneficios, además de los emocionales y psicológicos, sintiéndose realizada como madre al poder dar de mamar al bebé como hicieron sus ancestros, tienen muchos beneficios hormonales porque al dar el pecho mantiene hormonas circulando: oxitocina, prolactina, que la protegen en el posparto y en el post embarazo, con lo cual se recuperan mucho más rápido y en mejores condiciones”.
“Cualquier medida que uno pueda tomar como institución, como familia, como grupo social que pueda acompañar y estimular a que una mamá dé el pecho tiene muchos beneficios a nivel sociedad: bebés más fuertes, mejor desarrollados intelectualmente, mayor seguridad de la unión familiar, mayor vínculo mamá – hijo, mayor vínculo familia – mamá y familia – hijo. Es totalmente diferente una familia donde su abuela amamantó, su hija amamanta mucho mejor y mucho más tiempo que las mamás que son hijas de abuelas que no amamantaron. Las instituciones por eso tenemos que acompañar y estimular mucho la lactancia materna”, puntualizó el jefe de Neonatología.